[Spanish language article from Mexican national daily newspaper]
El fin se ha empezado a oír la voz de gente de la izquierda política -es decir que está en favor de la igualdad, la democracia, y el respeto a los derechos humanos- intentando combatir la enfermedad que aqueja a grandes sectores internacionales de quienes se definen también como de “izquierda”, pero que en los hechos han dejado de serlo. Se trata de un agrupación surgida en Inglaterra la cual ha elegido el internet como medio de contacto y comunicación para tratar de formar un frente de verdadera izquierda. Este grupo, ha producido un documento base, el Manifiesto de Euston, en el que se detallan los principios básicos de su postura, la cual ha comenzado a recibir miles de adhesiones de personas que se identifican plenamente con dichas ideas.
El mencionado Manifiesto, con traducciones a varios idiomas -el español, entre ellos- puede leerse íntegro en euromanifesto.org y constituye un documento inspirador en la medida en que señala con claridad hasta qué grado una gran parte de quienes se ubican dentro de la izquierda internacional han desviado su camino para caer en posturas que le hacen el juego a las corrientes más reaccionarias y retrógradas del escenario mundial. Entre sus principios destacan los siguientes: oposición a justificar o manifestar “comprensión” hacia los regímenes autoritarios enemigos de la democracia y opresores de sus propios pueblos; condena a las violaciones de derechos humanos con independencia de quiénes sean responsables y cuál sea su contexto cultural, sin tolerancia hacia las nociones de relativismo cultural sobre las que se apoya la idea de que el respeto a los derechos humanos no es aplicable en determinadas naciones o pueblos; igualdad social y económica, igualdad entre sexos, etnias, religiones y orientaciones sexuales.
Otros puntos destacables tienen que ver con el desarrollo económico dentro del marco de la globalización, por lo que se proponen reformas radicales a instituciones como la OIC, el FMI y el Banco Mundial, con objeto de impulsar una justa distribución de los beneficios del desarrollo.
Es importante también en el Manifiesto la oposición al antiamericanismo a ultranza que infecta una parte importante del pensamiento de izquierda y, también, del conservador, lo cual ha generado un prejuicio generalizado contra Estados Unidos y su pueblo, sin matices y sin atenuantes. En el mismo tenor, se condena el racismo de todo tipo, ya sea antiinmigrantes, interétnico, tribal y el surgido contra poblaciones musulmanas, dentro del contexto de lucha contra el terrorismo. Igualmente, hay un pronunciamiento contra el antisemitismo tan virulento hoy en las izquierdas que, explotando los legítimos agravios del pueblo palestino, han dado rienda suelta a una postura “antisionista” que enmascara a un viejo antisemitismo, al cuestionar el derecho a la existencia del Estado de Israel, haciéndole el juego a regímenes totalitarios que gravitan sin tapujos alrededor de ideas de esa índole.
Sin duda, otro punto importante reside en la defensa de las democracias pluralistas y liberales contra quienes ignoran las diferencias entre ellas y los totalitarismos y regímenes tiránicos. Se establece, por ende, que sólo los Estados que protegen mínimamente la vida de sus gentes (porque no torturan, asesinan o masacran a sus propios civiles y cubren responsablemente sus necesidades básicas) merecen que su soberanía sea respetada. Al mismo tiempo se alude a la desastrosa experiencia de las justificaciones de los crímenes del estalinismo y el maoísmo avaladas por la izquierda, para hacer un paralelismo con las justificaciones también inaceptables del terrorismo suicida. En síntesis, el Manifiesto de Euston es un documento clave para definir los contornos de una izquierda digna y coherente a la que valga la pena pertenecer.
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